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sábado, 17 de diciembre de 2011

Mi hombre sin nombre...

Me miras, te miro, me sonríes, te sonrío, te acercas y me preguntas mi nombre, te lo digo y sonrío. Así empezó nuestra historia, jamás me hizo falta preguntarte cómo te llamabas, eras mi hombre sin nombre y supe que eras para mi, ya habría tiempo de saberlo. Es inexplicable lo que sentía al mirarte a los ojos, tu mirada era algo que me hacía perderme en otro mundo, me hablabas y no podía dejar de mirarte los labios, esos labios que me besaron tantas veces y ya no lo hacen, tus manos... esas manos que me acariciaban la cara, que entrelazaban sus dedos con los míos, que me agarraban la cintura con fuerza cuando me ibas a besar.. Lo echo tanto de menos, te echo tanto de menos... No sé que me hiciste aquella primera vez que te vi, pero desde ese día ninguno me ha vuelto a hacer sentir igual, ninguno ha conseguido que piense en él día y noche, que cuando veo una llamada perdida suya me salga esa sonrisa que tanto decías que te gustaba, que cuando me mande un sms diciendo " luego nos vemos" me ponga tan contenta que no puedo evitar que se me note a leguas, nunca ninguno ha conseguido que ,estando al otro lado de la calle, me mire, me sonría y haga que me tiemblen tanto las piernas que tema caerme al suelo. Pero sobre todo ninguno ha conseguido hacerme la mujer más feliz del mundo y a la vez la más desgraciada, querer vivir infinitamente cuando estoy contigo y morir cuando sé que ya jamás te volveré a tener... Ahora ya no te tengo, te veo por la calle con otra y es como si me clavaran un cuchillo cada vez que le sonríes, me muero cada vez que te saludo intentando guardar las distancias y sin embargo tu me dices, dame un abrazo anda, es horrible abrazarte y saber que ya no es lo mismo, que ya no es como antes, que ya no es uno de esos abrazos que los recuerdas al tiempo, sino que es un abrazo de amigos... Odio ir paseando y pasar por los lugares a los que iba contigo, recordarlo y sonreír, volver a la realidad y ver que todo pasó, que ya no estás ahí conmigo, todo esto me ha hecho aprender que si te quiero tener será en mis sueños, en mi imaginación, que de esa manera te podré tener dónde, cuando y como yo quiera, y así es, me paso el día soñando despierta en un mundo que gira en torno a ti.

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