Páginas

viernes, 9 de septiembre de 2011

Si no arriesgas no ganas.


Todos tenemos sueños, pasiones, amores rotos, amores nuevos, momentos olvidados, momentos deseados, deseos inalcanzables, caprichos inevitables, momentos de lujuria, momentos de tristeza... Todos tenemos alguien por quien luchar, alguien a quien amamos desconsoladamente y deseamos con todas nuestras fuerzas tenerlo para nosotros, pero a veces esa persona no te conviene... Y yo ya no sé que hacer, si lucho por lo que quiero, lucho por lo que no me conviene, pero si no lucho soy una cobarde.. ¿Qué hacer en estos casos? Pues lo único que puedes hacer es tragarte tu orgullo, bajarte de las nubes y dejar de pensar que todo es de color de rosa en esta vida, que todo acabará bien, como en los cuentos, asumir la realidad y tener dos dedos de frente, plantearte las cosas, puede que salga bien o puede que salga mal, la vida es un largo camino que hay que seguir, todos los caminos tienen piedras y en cualquier momento puedes tropezar, simplemente lucha por lo que realmente quieres, a pesar de lo que diga la gente, si es lo que tú quieres, es lo que te conviene. Simplemente jamás, pero JAMÁS te rindas porque sino te pasarás la vida arrepentida por no haber afrontado tus miedos, por no saber si hubiese salido bien, a veces hay que arriesgar, puedes ganar o perder, pero es que sino arriesgas no ganas.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Ellas.

La vida me enseñó que las amigas son lo más importante en la vida de una persona. Son aquellas que en cada mal momento te dan consejo, te ayudan y sufren por verte mal.
Son aquellas que en cada momento feliz sonríen por verte a ti sonreír. Hay veces que nosotras mismas opinamos unas de otras de algún defecto del carácter o de cosas que nos han molestado, pero nadie es perfecto, en algunos momentos de tu vida te das cuenta que esas personas son algo grande en tu vida, algo por lo que merece la pena vivir. A mi la vida me dio muchos palos y aunque ya aprendí a ser fuerte y a sacar el lado positivo de las cosas antes era débil me dejaba llevar por un sentimiento muy fuerte que aun que sigue ahí y… Llegué a hacerme daño a mí misma, a pensar que la que fallaba era yo, llegue a despreciar la vida...
Pero allí estuvieron ellas, siempre escuchándome, siempre con algo que decirme para sentirme bien, o diciendo algo que yo no vea con mis propios ojos. Y es que necesitaría tres vidas para poder agradecerles todo lo que han hecho. Son todas tan diferentes y tan iguales… Cada una es como es, a su manera y especiales por ello.

Que NADIE te impida ser feliz.


Ser feliz. En eso consiste la vida. Cuando caigas, levántate sin ningún miedo. Si tropiezas haz lo inevitable para no llegar a caer. Respóndele a la gente que te ha hecho sufrir con tu mejor sonrisa, aún preguntándose cómo puedes estar así de bien después de todo. Sal a la calle y plántale cara al miedo. Que nada ni nadie te detenga. Lucha por tus sueños, algún día los conseguirás. Atraviesa las murallas que te ponga la vida. Ríete de cosas que apenas tengan importancia, y ríete aún más de las que sí la tienen. Y sobre todo, vive cada día como si fuera el último porque la vida son dos días y no vale la pena desperdiciarlos llorando por alguien que no te merece.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Feeling love.

Día a día que pasaba me ponía mas nerviosa cuando te veía , día a día que pasaba sentía mariposas en el estómago con solo oír tu nombre, día a día que pasaba me iba dando cuenta de que estaba enamorada... no sé como pasó pero ocurrió, yo me había enamorado de ti, que con una simple sonrisa que me dieras me alegrabas todo el día y con un solo rechazo que recibiera no volvía a sonreír en todo el día , que con una simple tontería que me dijeras me ponía a reír a carcajadas sin ninguna razón, porque cada segundo que estaba contigo era una nueva ilusión para mi... Que al mirarte a los ojos me encantaría decírtelo todo! Decirte que no puedo vivir sin ti! Que cuando me sueltas una sonrisa me alegras el día , que te quiero y que nadie me podría hacer cambiar de opinión, que cuando me hablas y te miro a los labios me encantaría hacerte callar besándote , que me encantaría no estar ni un solo segundo sin ti! Pero soy una cobarde y no soy capaz de decírtelo...

sábado, 3 de septiembre de 2011

A veces hay que llorar...

En el fondo, a todos nos gusta pensar que somos fuertes. Que vamos a poder con todo lo que nos venga encima, que pudimos con lo de ayer y que podremos también con lo de mañana. Pero más en el fondo, todos sabemos que eso no es verdad. Porque ser fuerte no consiste en ponerse una armadura antirrobo ni en esconderse detrás de un disfraz; ser fuerte consiste en asimilarlo. En asimilar el dolor y en digerirlo, y eso no se consigue de un día para otro, se consigue con el tiempo. Pero como por naturaleza solemos ser impacientes y no nos gusta esperar, escogemos el camino corto. Escogemos el camino de disfrazarnos de algo que no somos y disimular. Sobretodo disimular. Si, a todos nos gusta disimular los golpes, sonreír delante del espejo y salir a la calle pisando fuerte, para que nadie note que en realidad, lo que nos pasa de verdad, es que estamos rotos por dentro. Tan rotos que ocupamos nuestro tiempo con cualquier estupidez con tal de no pensar en ello, porque el simple hecho de pensarlo hace que duela. Pero a veces, bueno… a veces tienes que darte a ti mismo permiso para no ser fuerte, bajar la guardia y darte una tregua. Está bien bajar la guardia de vez en cuando. No queremos hacerlo porque eso supone tener un día triste, uno de esos viernes que saben a domingo, un día de esos que duelen, de recordar y echar de menos. A los que ya no están, y a los que están, pero lejos. Sin embargo, hay momentos que es lo mejor que puedes hacer: darte una tregua. Poner tu lista de reproducción favorita, tumbarte en la cama, y llorar. Llorar todo lo que haga falta. Eso no nos hace menos fuertes; eso es lo que nos hace humanos.

tre metri sopra il cielo

Lo que nos pasa a casi todos es que nos pasamos la vida como locos, pensando en el futuro, con una meta entre ceja y ceja, corriendo hacia ella, sin detenernos ni un segundo a pensar, a mirar, a escuchar, ni si quiera a respirar y no nos damos cuenta de que la vida, nuestra vida, esta pasando mientras que pensamos en que será de nosotros mañana, mientras que corremos y vivimos el presente como cuando vas montado en un coche a 180 kilómetros por hora de noche y miras por la ventanilla y a penas eres capaz de distinguir cuantos árboles, coches o luces hay a siete u ocho metros de ti, ni mucho menos sus colores o formas. Eso mismo nos pasa con las personas vivimos tan deprisa, que no nos paramos a ver como son... Pero de vez en cuando, frenas y cuando frenas piensas, escuchas, miras, y puede que te encuentres con algo que te hace feliz, que ha estado hay desde hace mucho tiempo, pero como ibas tan rápido no lo habías visto de la forma en la que lo ves ahora...



viernes, 2 de septiembre de 2011

Ni una lágrima más..

Piensa que sí, que esta vez será la última vez que lloras por él, que no volverás a echarle de menos, que volverás a sonreír, que serás feliz.. Piensa que tu vida no gira en torno a él. Que total, no era para tanto que era uno más, que fue una chorrada, ríete, diviértete, emborráchate, acaba tan mal que no te acuerdes ni de tu propio nombre. 
Busca algo parecido a lo que era él y deja que pasen los días pensando en tu tonta felicidad. No le des importancia a los problemas.

HAZTE LA DURA, MÍRALE CON DESPRECIO, SIÉNTETE SUPERIOR... hasta que un día el más tonto recuerdo te haga recordar todo lo que fuisteis y todo lo que nunca más volveréis a ser... Entonces deja caer tus más verdaderas lágrimas, acuérdate de todos vuestros momentos, vuestras peleas, vuestros piques, vuestras conversaciones y piensa: igual merecía la pena. 
Igual lo deje escapar, vuélvete loca, llora en silencio, pregúntate por qué te pudo el orgullo, por qué guardaste tantas lágrimas, por qué gastaste tanto dinero en botellas que se quedaron con tu dolor, por qué pintabas tantas sonrisas falsas en tu cara.. ¿Para qué? ¿Para acabar otra vez sola en tu habitación llorando y pidiendo otra oportunidad?¿Para hacerle una perdida y esperar con lágrimas en los ojos por si contesta?
Y no lo hace y lloras y lloras y lees sus mensajes, esos en los que te decía que te quería, y ya no puedes dormir.. Al día siguiente se lo cuentas a tus amigas y te dicen que no seas tonta, que no merece la pena y que disfrutes de la vida, y tú le prometes que NI UNA LÁGRIMA MÁS... y en dos o tres días la historia vuelve a empezar...