Páginas

domingo, 8 de julio de 2012

El amor de tu vida y el hombre de tu vida no siempre son el mismo.


Hoy, he aprendido que los finales no siempre son felices, que por muy convencida que estés de algo, no siempre acaba como quieres, simplemente acaba y ya está. Hoy, he aprendido que todos tenemos a alguien al que es imposible olvidar, ese alguien que fue el primero en estrenar tu corazón, fue en el primero en que confiaste, fue al primero que le diste todo, alguien al que se le llama primer amor, el que nunca podrás dejar de recordar. Ya pueden pasar los años que lo sigues viendo y sigues sin poder evitar que te tiemblen las piernas, que se te corte la voz al decirle "Hola" y por supuesto no puedes evitar recordar absolutamente TODO lo que vivisteis juntos.

Yo tuve una primera historia de amor preciosa, era una niña, ilusionada y confiada, pensaba que si algo empieza bien, acaba bien, bueno, no acaba. Pero poco a poco fui creciendo y dándome cuenta de que no es así. Yo le quise, le quise demasiado, tanto que construí un hueco en mi corazón para él, exclusivamente y sin excepciones, sólo para él. Ese hueco se fue llenando de buenos momentos, muy despacio, pero se llenó. Hasta que todo se acaba, tu mundo de sueños se desmorona, tus sueños arden como si de una hoguera se tratase y lloras, te sientes idiota, piensas que eres una ingenua por haberlo dado todo y que él le haya dado todo a otras, exacto, no fui la única. Entonces crees que jamás podrás volver a enamorarte, crees que tu corazón no podrá pasar por otra como ésta y lo cierras con llave, esa llave la quemas y las cenizas las tiras al mar. Luego crees oír su nombre en todas partes, crees verle, crees que el universo se ha propuesto hacer que todo esté estratégica mente planeado para que absolutamente lo más mínimo te recuerde a él. Pero el tiempo pasa y dejas de recordar, sólo a veces cierras los ojos e imaginas que está junto a ti y deseas volver al pasado y disfrutar al máximo de todos esos momentos que vivisteis, porque sabes que acabarán, pero entonces no lo sabías.

Pasan meses y no sabes de él, él no sabe de ti, no te acuerdas de él y él no se acuerda de ti. Y entonces, llega, por fin aparece, hablo de ese otro alguien, pasa frente a tí y no puedes dejar de mirarlo. Lo ves y es como un sueño, es como si hubiese salido de tus pensamientos, es perfecto, tan perfecto que das por hecho que jamás estará contigo, o que simplemente será otro capullo más en el mundo. Pero un día se acerca a ti, te pregunta tu nombre, empezáis a hablar y de repente te das cuenta de que aquella vez en la que decidiste cerrar tu corazón no sirvió para nada porque por arte de magia se formó un nuevo hueco, un hueco para ese nuevo alguien, no hizo falta llave, ni cerraduras, ni puertas ni nada, se abrió porque sí y tú sabías que merecía y merece la pena. Ahora empieza todo, esas primeras risas, esos primeros momentos juntos, esa primera vez en la que su mano se roza con la tuya, ese primer beso... Todo es perfecto hasta que un día te tropiezas con él, si con la persona que te hizo tanto daño, la que te hizo tan feliz, tan desgraciada y afortunada, la que te hizo derramar mil lágrimas y un millón de risas, y lo ves, y te ve, se acerca para saber como estás, te abraza, te dice que se alegra de verte, te abraza de nuevo y te susurra al oído que te echa de menos y entonces... Entonces no pasa nada, tú lo miras, le sonríes y no le dices ni una palabra.

Y es que hoy, he aprendido que efectivamente ese viejo hueco sigue ahí, que por mucho tiempo que pase sigue y seguirá ahí por siempre con todos los recuerdos guardados, pero ahora lo que realmente te importa es ese nuevo hueco que has formado, ese que muy despacio está haciéndose cada vez más grande, te está haciendo cada vez más feliz, porque por muy desgraciada que te sientas recuerda que todo pasa, que de errores se aprende, que de experiencias se llena la vida, que un tropiezo no conseguirá que dejes de andar, que tras la tormenta llega la calma y que todo valiente sigue adelante, sin mirar atrás y con la cabeza bien alta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario